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Boletín No. 141 | Ciudad de México, 5 de julio de 2019

Hasta el año pasado, 47 iniciativas con permisos de emisión regulaban 13.77 por ciento de las emisiones globales, revela un artículo de la asesora científica parlamentaria INCyTU. 

México se comprometió, tras firmar el Acuerdo de París en 2015, a reducir 22 por ciento de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero al año 2030, por esta razón en 2018, actualizó la Ley General de Cambio Climático una de las estrategias para conseguirlo fue implementar un Sistema de Comercio de Emisiones (SCE) obligatorio que se proyecta, será implementado en este año.

De acuerdo con información de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para Congreso de la Unión (INCyTU), del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el Sistema de Comercio de Emisiones (SCE) es un mecanismo de intercambio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Es un instrumento que se basa en el principio de “límite y comercio” o Cap and Trade, en el que los GEI emitidos por diferentes sectores de la economía son limitados por el gobierno.

En el mundo existían hasta 2018, 47 iniciativas con permisos de emisión que regulaban 13.77 por ciento de las emisiones globales. Estas iniciativas generaron ingresos para los gobiernos involucrados por 33 mil millones de dólares en 2017, 50 por ciento más que en 2016.

En México, la fase de prueba durará tres años, y buscará reconocer a los certificados de energía limpia y otros mercados de carbono dentro del futuro de la SCE.

La implementación de un SCE permite que el costo de la contaminación se internalice, ya que materializa el principio de “el que contamina, paga”. De hecho, si los precios al carbono estuvieran alineados con las metas establecidas en el Acuerdo de París: entre 40 y 80 dólares por tonelada de Dióxido de Carbono (CO2) para el año 2020, los ingresos del gobierno podrían crecer hasta 100 mil millones de dólares anuales.

Sin embargo, actualmente sólo 1 por ciento de las emisiones que se encuentran reguladas con una iniciativa de precio al carbono se valúan dentro de este rango. Por ejemplo, el precio de la SCE en la Unión Europea se estableció en alrededor de 6 dólares por tonelada de CO2 e para 2016 y 2017.

Otras ventajas son las siguientes: Al establecer un límite claro de emisiones permitidas, se considera que el objetivo de reducir éstas se cumple de manera más efectiva en comparación con otros mecanismos, permite que las empresas elijan la manera más efectiva para reducir sus emisiones y los SCE se pueden vincular para crear un mercado más grande y más eficiente.

Si bien, la fijación de precios del carbono por sí sola no puede abordar todos los factores determinantes del cambio climático, se pueden aprovechar los mercados de carbono para reducir las emisiones y lograr, de este modo, que México contribuya a evitar el aumento de 2 grados centígrados en la temperatura global.

 

Pie de foto: Si los precios al carbono estuvieran alineados con las metas establecidas en el Acuerdo de París, para el año 2020, los ingresos del gobierno podrían crecer hasta 100 mil millones de dólares anuales. Foto: Internet. 

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