Inicio > revista forum > Forum 57. Más autonomía administrativa y menos burocracia: Selene Fernández

Parte de la investigación científica consiste en pensar y desarrollar la creatividad, sea para resolver un problema específico, para abrirse brecha en la frontera del conocimiento o aplicar sus resultados. Para este trabajo se requieren libertad y autonomía, las cuales permitan que la investigación dentro de las instituciones cumpla su propósito.

 

“Se debe promover, respetar, proteger y garantizar el ejercicio pleno de las libertades institucionales y personales de cátedra, de investigación y de expresión del personal académico de universidades, instituciones de educación superior, institutos y centros de investigación que realizan investigación e innovación científica, humanística y tecnológica”. Esta es una de las propuestas que la red de científicos ProCienciaMx ha realizado con miras a la integración de una nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación, y que busca fortalecer el marco actual.

Si bien esta autonomía y libertad de investigación se entiende dentro de un esquema de congruencia y transparencia, hay aspectos que dificultan su ejercicio, como la burocracia y la falta de recursos para los investigadores, principalmente los jóvenes. En entrevista con Forum, una joven y destacada investigadora expone algunos de los obstáculos que complican este ejercicio.

Selene Fernández es investigadora del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (LANGEBIO) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) Unidad Irapuato, donde realiza estudios de ARN no codificantes y mediante los cuales ha obtenido el reconocimiento de las Becas para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC-CONACyT, así como el galardón internacional de estas becas en su categoría “International Rising Talent”.

La científica enfatiza que la libertad y autonomía de investigación queda, de inicio, enmarcada en un sistema que garantice la congruencia y perfil de los temas de estudio abordados, lo cual permite la supervisión de recursos y desempeño de los académicos. Sin embargo, en ocasiones esta supervisión puede volverse una burocracia que resta tiempo de trabajo científico.

“Es un problema en el entendimiento de cómo funciona la ciencia en comparación con otras instancias. Los científicos nos tenemos que dedicar a pensar en ideas, formar recursos humanos y leer lo que hay en la literatura científica, para identificar los hoyos en el conocimiento, saber dónde queremos contribuir e identificar las áreas en las que podríamos impactar más”.

Añade que se les puede exigir “mucho papeleo” para cumplir con dicha supervisión y asegurar que los fondos se usan de manera correcta. “Pero en ocasiones ciertos pasos pueden resultar excesivos”. En su caso particular, se dice afortunada de trabajar en una institución donde su administración entiende con claridad cómo se realiza la investigación y lo que se requiere para llevarla a cabo.

“Pero en otras instituciones no es así y las autoridades piensan que parte de llevar a cabo el proceso administrativo es lo que se puede reportar como resultado científico. Ahí los científicos sociales sufren mucho porque apenas tienen tiempo de realizar su investigación y lo hacen en fines de semana; otros colegas deben trabajar también en casa o en horarios de 12 y hasta 15 horas para sacar la investigación y el proceso burocrático”.

Cuando se tiene a un investigador, en quien se invirtió mucho y está muy preparado, agrega, tenerlo rellenando papeles 3 o 4 horas al día no es lo mejor. “Sería maravilloso que las instituciones facilitaran procesos burocráticos para que, en vez de ello, tengamos tiempo de pensar y planear mejores estrategias de investigación y supervisar mejor a los estudiantes, que es al final lo que dará resultados científicos de nivel internacional”.

Selene Fernández inició su investigación en el CINVESTAV como catedrática CONACyT, para después ser contratada por la institución, lo cual no ocurre en todos los casos. Bajo el esquema de Cátedras CONACyT, los jóvenes investigadores tienen ciertas limitaciones en cuanto al financiamiento de sus proyectos, comenta.

Su caso es la excepción a lo que comúnmente se enfrentan los catedráticos en sus instituciones, quienes en sus reuniones externaban que los bloqueaban. “Adicionalmente, bajo este esquema administrativo, no se puede aplicar a donativos, tener estudiantes ni dar clases; esto dificulta hacer investigación ya que no puedes realizarlo todo tú y no tienes quien te ayude con la parte burocrática, es complicado avanzar en esas condiciones”.

Enfatiza que hay que apostar a los jóvenes investigadores y otorgarles las mejores condiciones para realizar sus investigaciones con libertad, autonomía y menos procesos administrativos y burocráticos.

Isaac Torres Cruz

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Foto: Agencia CONACyT.