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Boletín No. 512 / Ciudad de México, 16 de octubre de 2017.

Se trata del primer evento captado con ondas gravitacionales y electromagnéticas en la historia, corroborando el inicio de una nueva era en el estudio del cosmos.

La fusión se registró hace dos meses y científicos de la UNAM ayudan en la interpretación de los datos que surgieron del evento astronómico y que son publicados hoy en las revistas Nature y Astrophysical Journal Letters, entre otras.

Por primera vez, fue detectada la fusión de dos estrellas de neutrones utilizando ondas gravitacionales y electromagnéticas, reporta este lunes un equipo internacional de especialistas en la revista Nature.

Alan Watson, William Lee y Magdalena González, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), participaron en el hallazgo que se realizó el pasado 17 de agosto de 2017 y representa todo un hito en el uso de las ondas gravitacionales, galardonadas hace unas semanas con el Premio Nobel.

Watson explicó al Foro Consultivo Científico y Tecnológico que la participación de México consistió en el análisis de los datos generados por los equipos LIGO, VIRGO y Fermi, entre otros telescopios terrestres y espaciales en los primeros instantes del evento astronómico, que se generó en la galaxia NGC4993, a 130 millones de años luz de la Tierra.

“Tengo 30 años en astronomía y las tres cosas más emocionantes que he visto son: el descubrimiento de exoplanetas, el hallazgo de las ondas gravitacionales y esto.

“El 17 de agosto LIGO y VIRGO observaron la fusión de estrellas de neutrones, dos segundos después el satélite FERMI de la National Aeronautics and Space Administration (NASA) detectó la emisión de rayos gamma y si ves la región del cielo del que vinieron las ondas gravitacionales y la luz gamma es casi la misma, es decir, hay coincidencia en tiempo y espacio”, señaló el astrónomo.

Hace apenas dos años, el equipo LIGO, detectó por primera ocasión las ondas gravitacionales predichas por Albert Einstein hace más de un siglo, abriendo una nueva era en la astronomía pues, hasta ese momento, solo era posible observar el cosmos utilizando las ondas electromagnéticas en sus diferentes variantes: luz visible, gamma, rayos X, radio, microondas, etcétera.

VIRGO, un equipo similar pero instalado en Italia, comenzó a trabajar hace poco y logró la detección, también de un evento relacionado con la fusión de agujeros negros, mejorando significativamente los estudios del cosmos.

Por otra parte, si bien se sabía de la existencia de las estrellas de neutrones y sus sistemas binarios, los estudios de estos cuerpos solo se inferían con los datos existentes, pues nunca había sido posible captar la fusión de estos objetos.

Las estrellas de neutrones son el remanente de una estrella gigante que ha colapsado luego de agotar el combustible en su núcleo y explotar como una supernova, y podemos imaginarlo como comprimir a nuestra estrella hasta alcanzar la mitad del tamaño de la delegación Iztacalco, en la Ciudad de México.

“En nuestra galaxia las estrellas de neutrones en sistemas binarios fueron descubiertas en 1974 y de su análisis se pudo inferir el estudio de las ondas gravitacionales, trabajo que ganó el Premio Nobel en 1993”, comentó Watson.

A diferencia de los cuatro eventos anteriores reportados por LIGO, sobre la fusión de agujeros negros, donde se ha buscado sin éxito la ubicación exacta de la onda, la ventaja de la nueva observación es que al fusionarse, las estrellas emitieron dos chorros de emisiones gamma que sí pudieron ser captados por el equipo de la NASA.

Todos estos equipos de estudio tienen un sistema de alertamiento que avisa inmediatamente del registro, por lo que especialistas de 9 países encabezados por Eleonora Troja, del Centro de Vuelo Espacial de la NASA Goddard, apoyaron en el análisis de la información y la búsqueda de más registros del evento en rayos X, u otros equipos en Tierra.

En el caso de México, Watson apoyó en el análisis de los datos generados descartando o confirmando si los registros encajan con los modelos de estudio, que se habían generado hace el tiempo. Por otra parte, Lee es uno de los más importantes teóricos en el comportamiento de las estrellas de neutrones, por lo que también ayudó a corroborar la información.

A su vez, la doctora González, del proyecto HAWC, apoyó en el estudio de las emisiones gamma tratando de detectar el mismo evento pero desde México, el problema fue que la detección se realizó en el hemisferio Sur del planeta, lo que hizo imposible su observación. El hecho que no se observó emisión en el rango de detección de este instrumento ayuda a definir qué modelos teóricos son los que mejor encajan con el evento registrado en agosto pasado.

El trabajo del hallazgo y los primeros análisis de la información son publicados este lunes por grupos internacionales incluyendo a los investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM en las revistas Nature, Science, Astrophysical Journal Letters y Physical Review Letters, entre otras.

El astrofísico José Franco, quien no participó en el trabajo de investigación, se dijo muy emocionado por el hallazgo porque no solo muestra la importancia de la nueva ventana gravitacional para observar el Universo sino que aclara el origen de los destellos de emisiones gamma. El hecho de detectar la fusión de estrellas de neutrones con LIGO y VIRGO en la Tierra, casi simultáneamente a las emisiones gamma desde el espacio representa un hito en la física del cosmos en el que, orgullosamente, participan científicos de la UNAM.

“Estos son los eventos más energéticos del Universo y hoy somos testigos de la comprobación de que se producen, como se pensaba, por la fusión de estrellas de neutrones. Además, da cuenta de la importancia que nos ofrece esta nueva ventana para el estudio del cosmos; una revolución en el conocimiento científico”, expresó el titular del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

 

 

Pie de foto: La colisión de dos estrellas de neutrones ocurrida a 130 millones de años luz de la Tierra provocó dos chorros de emisiones gamma y la perturbación del espacio-tiempo (ondas azules). El fenómeno que marca un hito en la historia de las ciencias astronómicas se publica hoy en Nature.  (Imagen construida a partir de una animación del Fermilab).

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Diana Saavedra
Foro Consultivo